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¿Crisis? No lo sé Pero… Estemos Preparados

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Juan Carlos Muñoz-Nájar Aguirre
MBA. Bachelor in Laws
4Rev | COO and Co-founder

Si viene -o vino- o no la crisis, personalmente creo que lo más acertado es decir que no lo sé. De hecho, creo que nadie lo sabe con certeza absoluta. Algunos opinan que sí; otros, que no. Incluso hay un grupo de gente -tristemente numeroso, debo decir- que lanza, sin análisis serios, trágicos escenarios apocalípticos. Así, las especulaciones y la consecuente incertidumbre nos ponen algo nerviosos, y ello es siempre un riesgo, de los innecesarios.   

Es un hecho que la economía está generando cierto ruido en los mercados, y nadie quiere verse afectado. Se palpa en el ambiente un… no sé, una especie de aletargamiento en ciernes. ¡Paciencia!… ¡Pero tampoco tanta paciencia ah! Estemos atentos porque “lo más importante es que lo más importante sea lo más importante” (La frase es de Víctor küppers). Importantemente redundante, pero importantemente cierto también. Personalmente creo, sin pretender agotar la lista, que sería importante tomar en cuenta los siguientes aspectos:

1.- Por favor, no te detengas. En ocasiones el desánimo por la caída de los negocios y los precios nos desaniman. Ello muchas veces alienta la actitud contraproducente del súbito ¡stop! ¡No lo hagamos! Eso podría parar la economía de nuestra propia empresa y la de las demás empresas o personas. La incertidumbre crea verdaderas crisis, o las empeora (sean crisis o conatos de éstas), un mal que se propaga rapidísimo. Recomiendo leer, del buen Gabo: “Algo muy grave va a suceder en este pueblo”, y notar hasta qué punto una especulación pudiera perjudicar tantísimo a todos.

2.- Respeta a tus clientes. No olvides que sin clientes no hay negocios ni empresa. Muchos de ellos podrían estar pasando por un mal momento económico, y no atenderlos adecuadamente o castigarlos con altísimos precios, sería una mala idea. Tampoco parecería sano bajar los precios sin pensar en cómo manejar ello a futuro: esas bombas suelen estallar, inmisericordes, en las manos del iniciador de la ola. Te propongo generar valor para tus clientes y tu empresa. La Association for Data-driven Marketing and Advertising de Australia, en tiempo del Covid, divulgó un interesante aporte sobre retención de clientes en épocas de crisis, “6 ways to retain your customers during a crisis”. No dejes de leerlo, me parece muy útil y práctico.

3.- ¡Seamos más dinámicos! “Adaptarse al cambio” ya suena a eslogan pasado de moda, pero tiene total sentido y vigencia. Este asunto económico sería precisamente un cambio, y nos toca adaptarnos, dinámicos, a tal. A cambios del mercado, que salgan a relucir: creatividad, búsqueda de nuevos horizontes, mejora de nuestros productos o servicios, reducción de costos, aumento de eficiencias, y un millón de etcéteras; o mejor, mejor un millón y medio. Cuidado con hundirse, salir corriendo, pisar a otros y morir todos juntos, en el mal intento. Un artículo, no tan moderno pero muy significativo, de Harvard Business Review, escrito por el psicólogo organizacional Nick Tasler: “How to Get Better at Dealing with Change”. Brinda una serie de consejos prácticos para lidiar con los cambios empresariales. ¡Altamente recomendable!

4.- Invertir eficientemente el dinero, o no invertirlo. Pero hacerlo, o no hacerlo, en clave de futuro, ahorro y generación de valor. Las “coyunturas especiales” a veces nos confunden. No invirtamos en aquello que, por coyuntura, se ha puesto más barato aunque no lo necesitemos, o en aquello que no generará valor para la empresa, el negocio o las personas. Forbes Advisor publicó un interesante artículo de Theresa Stevens y Elizabeth Aldrich: “How To Save Money: 5 Easy Ways”. Revísalo, está muy interesante. Quién sabe si este tiempo de posible crisis sea una gran oportunidad para los tenedores de ahorros,  o para los que pueden hacerse de un capital.

 5.- Invertir bien el tiempo. Contradictorio, pero a veces estas temporadas de lo incierto, nos sirven para pensar, replantear, investigar y todos los “ar” en los que cotidianamente no nos detenemos. Por ejemplo, yo invertiría el tiempo en compartir con personas especiales que debieran recibir más de mí. Sin hablar de lo moral, eso nos oxigena y nos da mucha energía. Probablemente éste es el tiempo perfecto para hacer cosas que tengo pendientes y que no hago porque ¡no tengo tiempo! Este estilo de actividades es un gran generador de iniciativas y/o replanteamientos a favor de la empresa y las personas. Otro ejemplo, pensar más en investigación y desarrollo, la manera en que captamos clientes, la capacitación o asesoría profesional pendientes, cómo repotenciaríamos o nuestro equipo de trabajo, el futuro de nuestra empresa, y la lista no termina.

Resumiendo, en este tiempo “especial”, para seguir adelante, creciendo y ganándole a nuestros retos, es importante reflexionar y hacer algunas cosas que pudieran generar valor en lugar de angustiarnos, detenernos, deprimirnos o cargarle nuestras necesidades de dinero a los clientes. Ser más dinámicos y menos reacios al cambio, más racionales para gastar y menos despilfarradores son consejos que, aunque clásicos, no han perdido ni un ápice de vigencia.

Lo último, no nos olvidemos de utilizar muy bien el tiempo en pensar, crear, replantear; aunque también en recargar las energías, nuestras y las de quienes son nuestros compañeros en estos viajes.

Nota 1.- No te olvides de leer los recomendados de este artículo: ¡están geniales!

Nota 2.- Por favor, procura estar ¡súper bien!

Juan Carlos Muñoz-Nájar Aguirre | 4Rev | Co-founder and COO |  [email protected]

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